dimarts, 3 de febrer del 2009

De las llaves a las cerraduras. Transmisión de conocimientos.

Encontrar las diferencias es síntoma de inteligencia
encontrar las similitudes lo es de comprensión


La transmisión de conocimientos es una de las principales facetas de todo grupo que se perpetua en el tiempo. Lo que define a un grupo y lo diferencia de otro son sus maneras de relacionarse entre personas, animales y cosas.

La mayor parte de los conocimientos en la okupación se trasmiten a través de lo que se ha venido llamando curriculum oculto. Todas aquellas formas de relación que no se expliciten en las asambleas, ni en las charlas, ni en documentos. Es en definitiva la forma mas natural de aprendizaje, aquella que desarrollan los niños, la imitación. La parte mas evidente pueden ser las asambleas. Nadie recibe ningún tipo de formación asamblearia (de hecho recibir una formación asamblearia sería considerado una forma de imposición) y toda la formación se basa en la repetición de las conductas de las personas más experimentadas o con más facilidad de palabra.

La forma asamblearia conlleva ciertos peligros en ello. Si todo el mundo tiene opinión y todo el mundo tiene derecho a opinar sobre algo, y todas las opiniones valen igual. Esto implica que lo más importante sea aprender la nomenclatura básica de cada tarea a realizar, aunque no se tenga conocimientos teóricos ni prácticos al respecto. Así pués, se puede decidir sobre acciones tan peligrosas como tirar paredes de un edificio siplemente teniendo el conocimiento léxico básico de la profesión: tabique, medianera, carga, viga, puntal, ... y las opiniones de una arquitecta se vuelven méramente orientativas.

Además como el mayor tiempo en común se disfruta en espacios de ocio y de asamblea, se acaban determinando las formas de relación y comportamiento colectivo a partir de esta experiencia colectiva. Es así como la palabra se convierte en el canal de vínculo colectivo y la acción por tanto, pierde peso y sólo lo gana en el momento que es explicada.

Así, como el aprendizaje y el trabajo no son considerados un valor en el proceso de creación colectiva. Estos son despreciados frente a la opinión. Y eso se refleja también en la proyección de actividades (talleres) que se da en los centros sociales. En un menor parte son formación que sea pensada para mejorar la vida en común, o mejorar las habilidades necesarias para mantener el colectivo.

La mayor parte de esta es muy parecida a la ofrecida por los centros cívicos, no en contenido pero sí en su base, ya que su cima se basa en el crecimiento personal de las personas asistentes. Y, la mayor parte de habilidades "necesarias" se acaban aprendiendo en el terreno de lo privado, entre amigos.