
Hay 2 noticias que últimamente me han hecho recordar que la guerra fría ha acabado. Aunque no sea como lo vaticinaba Fukuyama, el fin de la historia se muestra más como un medio que como un fin. El próximo estreno de la obra Das Kapital en Broadway realizado con el asesoramiento, de profesores de economía chinos, y el nuevo videojuego protagonizado por Stalin, "Stalin vs Martians", (curioso que recientemente se haya estrenado una película llamada Monstruos vs alienígenas) hecho por una productora rusa. Y es que, precisamente ver a Stalin como icono de la guerra cultural de las superestructuras es como mínimo chocante, toda una desviación para los clásicos!
Para aquellos que no conozcáis "el muro de Berlín" (canción de Joaquín Sabina) creo que estaría bien que le echarais un repasillo.
La crisis que nos acecha este año ha hecho crecer las ventas de El Capital, lo cual ha sido interpretado como un reflujo del comunismo aunque supongo que los más cínicos lo entendemos como el acto de desempolvar la biblia cuando crees que los republicanos pueden perder la guerra. Aunque de todo habrá.
Iconos marxistas encumbrados a lugares que hasta ahora no se tocaban. Stalin bailando en 3D en tu ordenador personal, Marx cantando en un teatro. Veo los tiros, pero no veo ni quien dispara, ni contra quien. Es la apuesta definitiva de convertir los símbolos más ideologizados en sensaciones de evasión y divertimento? Quiero decir, el próximo reto es un parque temático del comunismo? O, es un intento de influir a las masas a partir de iconos-instrumentos capitalistas (PC, Broadway) con iconos-personas comunistas? O quizás, la evolución y la reapropiación de un lenguaje que hasta ahora había quedado relegado a los marxistoides (gente con dinero que no quiere trabajar, pero que le va mucho llevar la etiqueta de ser de izquierdas) fruto de la ruptura generacional que han sufrido los dueños de las torres de marfil contra nuevas generaciones con
inquietudes y revoluciones poliédricas?
Aunque esa pregunta sea curiosa y esté bien que nos la hagamos, es la típica pregunta de curiosidad intelectual detectivesca. Carballo no cambia el mundo, igual que Sherlock Holmes sólo están preocupados por un nuevo reto que teorizar y una nueva medalla moral que colgarse, vo lo caul todo sea dicho de paso, mientras los cadáveres no se levanten, siempre tienen razón. La visión interesante es la de convertir el proyectil en teoría; posicionarse en el tablero y jugar mientras las bolas se siguen lanzando, ver si se puede coger alguna y proyectarla hacia donde crees que podrás hacer daño.
Así pués, un nuevo estímulo hacia la política de lo simbólico. La guerra jugada des de la distancia y la comodidad del sillón. Mientras para que esa guerra de lo simbólico se de, otra gente no juega, vive o muere. Aunque me ría mucho con ello, preferiría mirar a través de la cortina de humo de la superestructura y apuntar a los medios de producción. Pero está claro que sólo damos palos de ciego.